Es una función pública de la administración del trabajo que vela por el cumplimiento de la legislación laboral en los centros de
trabajo. Su papel principal es convencer a los interlocutores sociales de la necesidad de cumplir con la ley en el centro de trabajo
y de su interés mutuo de que así sea, a través de medidas preventivas, educativas y, donde resulte necesario, coercitivas.
Las funciones de los servicios de inspección del trabajo son muy similares en todo el mundo ya que convergen con los convenios de la OIT.
La inspección del trabajo contribuye al desarrollo de una cultura de prevención.