Una buena práctica en materia de inspección laboral, es aquella acción que fortalece la vigilancia del cumplimento de la normatividad laboral, a través de un uso eficiente de los recursos con los que se cuenta, como las tecnologías de la información; la simplificación de trámites; la transparencia e incentivos o reconocimientos otorgados a empleadores o trabadores por su nivel de cumplimento de la normatividad laboral; y, en general, todas aquellas medidas adoptadas que hayan resultado efectivas y que posean características que, en parte o en su totalidad, puedan ser replicadas en otros contextos y situaciones.